Conoce más sobre Niala

Supongo que quieres saber quién es el pequeño ayudante del punky.

Soy yo. No Batman, no te confundas.

Soy el que ayudaba a mi tío Néstor, el punki, a ver espectáculos de magia.

Le daba vergüenza ir a ver magia solo, rodeado de niños.

Sin darme cuenta, terminé encima del escenario.

Participé en un truco de magia de Txan Magoa donde hacía desaparecer mis zapatillas.

Impresionante.

Lanzaba las zapatillas por encima de mi cabeza.

Lo veía todo el mundo, menos yo.

Era magia para uno, o eso es lo que Txan pensaba.

Ya había visto ese show antes y sabía que estaba lanzando las zapatillas por encima de mi cabeza.

Conocía la trampa, pero decidí guardar el secreto, hice como si no entendiese nada.

Romper la magia habría sido una pena para el resto de espectadores.

En ese instante, sin saberlo, con 8 años, me convertí en mago.

Años después, mi ama encontró un campamento de magia.

¿Conoces el libro “Nur y el campamento de magia”?

Pues ahí pasé una semana viendo y aprendiendo magia.

Magos que atrapaban cartas con un arco y flecha, paraban las balas de un revólver con sus dientes…

Salí de allí y lo primero que les dije a mis padres fue “¡Hola!”

Lo segundo, “Quiero ser mago.”

Lo tercero, “Mi nombre de mago va a ser Niala.”

Y con 14 años Niala hizo su primer show para la fiesta de cumpleaños de Unax (mi hermano) y después…

Después, el personaje de Niala me ha permitido llevar mi magia a cientos de eventos de todo tipo.

Eventos corporativos, galas internacionales, puertas abiertas y celebraciones de empresas, restaurantes, bares, asociaciones y comisiones…

Desde niños de 4 años hasta los más sabios se han emocionado con la magia de Niala.

En esta nueva etapa busco hacer un cambio progresivo en mi trabajo, con el objetivo de dar más de lo que nadie se pueda esperar.

Voy a dejar atrás a Niala, o por lo menos ponerlo a mi lado, para mostrarme sin caretas y enseñar otras facetas que llevarán mi trabajo a un nuevo nivel.

Con el objetivo de seguir creando imposibles para regalar experiencias estéticas al máximo número de personas.

Por cierto, tengo un regalo para los que habéis llegado hasta aquí.

Mi newsletter, el espacio en el que me expreso con total libertad.

Aunque en realidad ese no es el regalo si no la forma de llegar al regalo.

Es decir, si te suscribes te envío un regalo.

Un detallito vamos, hace tiempo explique en un mail la historia de mis nombres artísticos.

Hay uno que nunca lo había revelado.

Si te suscribes te enviaré ese mail y lo descubres (e igual algún otro detalle más también).

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